7
YO podré quedarme ciego…
Tú seguirás, Primavera,
trenzando tu cabellera
de verde y sol, en un juego
de agua fresca y denso olor,
lanzando el viento, de anzuelo,
en el mar a contrapelo
de las praderas en flor.
¡Gozosa risa, puntual
vivificadora! Yo
no veré arder tu cristal
en el rosal del reló.
¡Ay, dura ley! Pero no:
¡sagrada ley natural!
No hay comentarios:
Publicar un comentario