miércoles, 30 de noviembre de 2011

CASTAÑOS DE PARÍS

        ¡Viejos castaños de París, dejaros
ahora que en vuestras ramas y en mi vida
la primavera, apenas renacida,
empieza a abrir sus verdes ojos claros!

        Bien pronto no podré más que soñaros
(¿bajo qué cielo? ¿en cuál tierra perdida?
¿a orillas de qué mar?) a la caída
de la tarde, imposibles, mudos, raros...

        ¿Volveré a veros? ¿Vuestras blancas flores
saludaré de nuevo en la ribera
del ancho Sena y su fugaz espejo?

        ¡Oh, a vuestra sombra, un día, mis amores
volver a hallar, y en flor la primavera,
y olvidar el sollozo con que os dejo!

                                                       París, 29 Marzo 1940

martes, 29 de noviembre de 2011

“VIVA ESPAÑA”

                                       Al recibir carta de casa, en cuyo sobre viene,
                                            estampado de molde oficial, el “¡viva!” 
                                            de  los vividores de mi pobre España de hoy.




 
        Sayones de camisa azul y yugo
y flechas, y saludo a la romana:
vuestro “viva”, ¡qué befa y qué macana!
¿Grita “viva mi víctima” el verdugo?

        Lo que vitoreáis es el mendrugo
mojado en mala leche de real gana,
mientras tembláis pensando en  el mañana
en que a la teta se le acabe el jugo.

        Croad, si os place, en trémolo italiano
vivas al triunfador de tiritaña,
mas no juréis el patrio nombre en vano...

        ¡Bajo la santa tierra que los cubre,
en vuestros muertos sí que vive España,
Madrid del cerco, Asturias la de Octubre!

      París, Hospital de Lariboisière, 12 de Marzo 1940

lunes, 28 de noviembre de 2011

BANDERA REPUBLICANA

                                         A José Ignacio MANTECÓN, fraternalmente.

                Qué bonita está Triana
                cuando le ponen al puente
                la bandera republicana!

                                             Popular.

Era yo niño... La canción decía
la andaluza majeza de Trïana
cuando en su puente el viento sacudía
una bandera –la republicana.

        Era yo un hombre... España combatía,
par de sí misma, entera, sobrehumana.
Un grito de pasión nos dirigía:
nuestra bandera: la republicana.

        ¡La bandera de un pueblo que ha sabido
puños en alto, noble frente erguida,
forzar la dura puerta de la gloria!

        Rindámosle el saludo merecido,
que de ella mana como una herida
la sangre generosa de la Historia.

                                          París, 28 Febrero 1940

domingo, 27 de noviembre de 2011

A LA ALDEA DE GALICIA EN QUE NACIÓ MI PADRE

        ¡Santa María de Vilar, Crecente,
paterna cepa! Tu presencia sube
de honduras de niñez hasta la nube
en que duermo y no vivo mi presente.

        ¡Bruma de sol y miel, campos y fuente
en que vuelto temblor el cielo tuve
bajo mis labios, prados por que anduve
jugando, tierno sátiro inocente!

        ¡El viejo hogar, su techo de cañizos,
la renegrida lar, el parvo huerto,
testigos de tu infancia y de la mía,

        padre! ¿Entre ajenos muros prestadizos,
qué ancho y florido ventanal abierto,
de pronto, a la esperanza y la alegría!

                                                       París, 23 Enero 1940

sábado, 26 de noviembre de 2011

A FAREWELL TO PARIS

        Como un fusil, mi pensamiento cargo
del plomo de las horas dolorosas
en que fui peregrino de tus losas,
ciudad, adusto el ceño, el gesto amargo.

        Mas al partir –mar bravo y viento largo,
cielo gris, grises crestas procelosas-,
un tributo de versos y de rosas
podré sólo rendir en tu descargo.

        Porque en ti hallé, amasado de amargura
-¿y dónde no?- mi pan de cada día;
pero hallé, sobre todo, en cada hora,

        el juego de ventura y desventura
que es el vivir, y la melancolía
gozosa de que amor el vivir dora.

                                                       París, 23 Enero 1940

SOÑANDO CON ESPAÑA

        Sentir al hombre en un brotar sin tregua,
de heroica arremetida cotidiana,
y en la mujer -¡oh Eva sin manzana!-
un dulce monstruo de ángel, madre y yegua.

        Ver las calladas tierras densamente
vibrantes con la luz del mediodía
y , azul y blanca y gris, la serranía,
ceniza  malva y cárdena al poniente.

        Pisar campos de trigo y de batalla,
plantando cara al Dios hecho a la talla
de un pueblo que descree con el mismo

        fervor que antaño en su creer ponía...
¿Cuándo todo esto? ¿Cuándo, España, el día
que tus aguas me den nuevo bautismo?

                                                       París, 23 Enero 1940

jueves, 24 de noviembre de 2011

DEFENSA EN COMPÁS DE ESPERA

        ¿Envidia os punza o caridad os mueve?
No sé. En el fondo, ni saberlo quiero.
Decís: “¡Es un Don Juan! ¡Es un putero!
¡Un despilfarrador! Y además, ¡bebe!...

        Poned que todo sea cierto. Pruebe
cada cual a evadirse de su cuero
y a vivir desde dentro del escotero
personaje, de una hora el tiempo breve.

        Tal vez sienta así el peso de esa vida,
su entusiasmo vacante, sin salida,
su ociosa voluntad encabritada.

        Alegre el corazón, el alma triste,
lo mejor de él bajo el disfraz persiste...
¡Que otra vez suene el toque de llamada!

                                                       París, 14 Enero 1940

miércoles, 23 de noviembre de 2011

A UN AMIGO ESPAÑOL,

                                                                      con un manojo de estos sonetos.


        Peor que vagabundos: ¡desterrados!,
perdida España y todo bien perdido,
no más le queda al ánimo dolido
que un añorar de sueños abortados...

        Y sin embargo, ¡no! Nuestros cuidados
de hoy no nos lleven al peor olvido:
olvido del mañana, en cuyo nido
incuba la esperanza nuestros hados.

        Mientras su vuelo tienden en el viento,
el ojo alerta bajo el ceño duro
busque en la viva entraña del momento

        el deber inmediato hecho figura,
y den fe y esperanza a su futuro
su laurel, su acicate y su dulzura.

                                           París, 12 Enero 1940

martes, 22 de noviembre de 2011

JACULATORIA DE NAVIDAD EN TIERRA EXTRAÑA

   A José María Giner Pantoja

        A este cántico puro que nos llega
de una infancia perdida en otro cielo
no le ajéis el candor ni el terciopelo,
destierro, fríos, bruma, noche ciega.

        Todo lo que le queda al desterrado
es esa voz de ayer –con la esperanza
en un albur de bienaventuranza,
del mañana en la palma cobijado.

        Conservado le sea. Villancico
y estrella -¡oh son y luz entre la nieve!-
de su pobre tesoro le hagan rico.

        Y tú vierte, piadosa, tierra ajena,
en el prestado vaso de que bebe,
el vino triste de la Nochebuena.

                                París, 24 Diciembre 1939

lunes, 21 de noviembre de 2011

MAL SUEÑO

        ¡Noches en que se espesa de desgana
la sangre, en el vacío del destierro,
y en vano el duro llamador de hierro
de la fe os bate, puertas del mañana!

        Hostia de acíbar, negro pensamiento
sella la lengua, vuelve en llanto el grito,
y, encogiéndose de hombros: “¡Está escrito!”,
bosteza a nuestra espalda el Desaliento.

        ¿Qué? ¿está escrito? ¡Ni aun aguarda una esperanza
el sueño al triste corazón en vela?
¡Sí! Por sus campos nuestra sombra avanza.

        Cruza montes. Ya pisa el patrio llano.
Mas... ¿quién grita a invisible centinela:
“¡Alerta! ¡Apunta al corazón, hermano!”?

                                           París, 13 Diciembre 1939

domingo, 20 de noviembre de 2011

NOCTURNO DEL DESTERRADO

La tercera parte de Morir al día se titula "Refugiado en París" y consta de 48 sonetos. Tras el recuerdo y querencia en diferido de lo que dejó en España, ahora se centra en la presencia de la ausencia: como refugiado en París (siempre negó ser un exiliado) recorre algunas de sus tribulaciones como desterrado. Si en "Amores -¡ay, mis amores" y "Despedidas y ausencias" recorría los huecos de la distancia, el pasado que se vio obligado a dejar al otro lado de la frontera, en este apartado presenta la ganancias y pérdidas de su presente impuesto.

Empieza con una cita de Hemingway:



REFUGIADO EN PARÍS






Listen, Jake, he leaned forward on the bar.
-Don’t you ever get the feeling that all
your life is going by and you’re not taking
advantage of it? Do you realise that you’ve
lived nearly half the time you have to live already?

                   E. HEMINGWAY. – Fiesta, 1, 3.



        La luna, trotacalles de la noche,
sube conmigo al taxi y me acompaña,
la mano en mis rodillas. Desde el coche,
cuna de azar, mi sueño vuela a España.

        Cuanto a la sombra vuestra dejé puesto,
¡qué lejos, torres de mi Salamanca!
¡oh agonía de amor, de manifiesto,
con negras letras, en la piedra blanca!

        Agonía de amor, y la agonía
de la tierra, y los hombres contra el muro,
crispado el puño que la muerte enfría...

        ¡Y este ansia desgarrada que confía
volver a hacerte suya en el futuro,
cara a cara y en paz, mi España, un día!

                           París, 27 Noviembre 1939,
                         volviendo a casa en noche de luna, solo.

AL POETA ANTONIO MACHADO, EN COLLIOURE

V

        Frente a ese mar violeta, otro violeta,
de ocaso en tierras agrias, te subía
de entrañas de recuerdo. ¡Soria fría,
oh Soria pura en tu soñar, poeta!

        Un viejo olor de montaraz romero
en el olor del mar, y en su murmurio
un resón del cantar con que tu Duero
pasa bajo el peñón de San Saturio.

        Vísperas de dormida en el descanso
crepuscular mecía, grave y manso,
el sonoro ondular del mar latino,

        mientras el corazón se te volvía
hacia el lecho de piedra -¡oh Soria fría-
del alto camposanto del Espino.

                                             París, 20 Agosto 1945

AL POETA ANTONIO MACHADO, EN COLLIOURE

IV

        El mar y el cielo, ahí, se hacen laguna
de conjugada paz, melliza valva
que en su seno de nácar y de malva
guarda la adormidera de la luna.

        Mar, cielo, tierra empapa su beleño.
Mas tú, bajo tu losa, ¿duermes?, ¿velas?
¿Cala hasta las dolidas estretelas
de tu dolorido corazón el sueño?

        ¿No oyes los gallos? ¡Yérguete! La aurora
en graneado fuego enciende alertas,
del ancho mar al llano y la montaña.

        ¡De vigilar, el arma al brazo, es hora,
ahora que la esperanza abre sus puertas
a un nuevo sol en una nueva España!

                                                       París, Marzo 1945

jueves, 17 de noviembre de 2011

AL SABER LA MUERTE DE MI MADRE

        ¿Quién te cerró los ojos al acecho
-inútilmente-, aún, de mi llegada?
Bajo tu nuca ¿quién mulló la almohada?
¿Quién te cruzó las manos sobre el pecho?

        El piadoso ritual mano piadosa
cumplió, que, en la humildad de la mortaja
envuelto, el cuerpo frágil en la caja
depositó como una muerta rosa.

        Piadosa mano, pero no la mía;
ojos piadosos, pero no los míos,
los que llorar pudieron en caliente

        el último estertor de tu agonía.
Muerta lejos de mí... ¡Qué altos, qué fríos
los muros del destierro, de repente!

                                                       París, 7 Febrero 1945

miércoles, 16 de noviembre de 2011

A MI HERMANO PEDRO

                                  IV
     Cuando te nombro, ¿a quién mi labio nombra?
Cuando en ti pienso ¡qué fantsasma o qué hombre
hago salir a tientas de la sombra,
poniéndole la máscara de un nombre?

        ¿No se ha esfumado, sigue en ti despierto
aquél que fuiste en nuestra ya lejana
mocedad, que a las puertas de su huerto
partió conmigo el vuelo y la manzana?

        Miro tan lejos ya nuestro camino,
nuestro andar cada cual por su desierto
silbar del viento lo que ayer fue trino

        de una alada esperanza compartida,
que me pregunto si no soy yo el muerto,
desterrado, borrado de tu vida!

                                            París, 12 Noviembre 1944

martes, 15 de noviembre de 2011

A MI HERMANO PEDRO

III

        ¡Dialogador! -¡Presente!- ¿Dónde estamos
del dialogar? - ¡Oh, cada vez más lejos!
De espaldas uno al otro, divagamos,
y el dialogar nos va tornando viejos,

        más que la vida, que tu dura vida,
que mi vida casera y de trabajo...
-¿Pero el recuerdo?... -¡Hasta el recuerdo olvida
dónde está nuestra puerta!- ¡Habla más bajo,

        que hay en mis soledades, no sé dónde,
una vieja ternura que se aferra
a dar flor, de mi brega en el secano,

        y con un largo sollozar responde
cuando los ojos vuelvo a nuestra tierra
y en ella el corazón te busca en vano!

                                            París, 12 Diciembre 1943

lunes, 14 de noviembre de 2011

MADRE MÍA, ESTA NOCHE...

        Madre mía, esta noche, más solo que otros días,
quiero jugar a un juego en que te necesito
como cuando a mi lecho, de puntillas, venías
a arroparme, con un: “¡qué duermas bien!” quedito.

        Yo estaba.. ¡No! yo estoy en una nube, en una
concha de tibia sombra –un regazo, una cuna
que mece, sin dormirla, mi impaciencia a la espera
de tu llegada, de tus pasos en la estera.

        Hay una luz al fondo de la alcoba –pero es
más blanco el resplandor de tus desnudos pies-,
y, ante una imagen, unas flores- pero la flor

        de tu cara al besarme, huele mucho mejor.
Y el surtidor del sueño a rizarse comienza
en mis dedos, que oprimen el hopo de tu trenza...

                                              París, 23 Septiembre 1943

domingo, 13 de noviembre de 2011

A MI MADRE Y MI HERMANA, EN ESPAÑA

        Sentado ante la mesa en que os escribo,
mi amor hacia vosotros peregrina,
voces del viejo hogar, rescoldo vivo,
luz y calor de un sol que no declina.

        ¡El maternal regazo, y tu amorosa
sonrisa, hermana! ¡Oh paz! ¡Santas mujeres
cuyas sombras me dan la mejor rosa
del recordar, en mis atardeceres!

        La mejor rosa, el bálsamo más puro,
a la hora insidiosa que dibuja
las rutas del mañana  en claroscuro.

        Mas vuestra estrella contra suerte bruja
y desmayo traidor me alza, y seguro
rumbo a mis pasos da, norte a mi aguja.

                                                       París, 6 Agosto 1943

sábado, 12 de noviembre de 2011

A UN AMIGO FRANCÉS

        Este español de Francia -¡y de Gascuña!-,
con tanta lealtad tiende en su mano
el corazón, que yo me siento hermano
suyo, como la carne de la uña.

        Me parece, a su lado, que he vivido
de un común estusiasmo el fuego mozo,
con la misma navaja el mismo bozo
del labio adolescente haber raído.

        Para mi soledad la suya tiene
la palabra que sube de hondo y viene
a tiempo, y la sonrisa noble y muda...

        En el futuro, allende la distancia
y el tiempo, mi amistad guarda y saluda
en su amistad la flor mejor de Francia.

                                             París, 15 Octubre 1942

viernes, 11 de noviembre de 2011

A DON MIGUEL DE UNAMUNO

III

¡Hasta los muertos morirán un día!
                                               UNAMUNO

        Empiezan a morírseme mis muertos,
mi Don Miguel, y a hacerse pavoroso
este embalsarse de aguas, su reposo
bajo mis ojos al vacío abiertos.

        ¡Se me muere el pasado! Con él siento
morirse la raíz de mi futuro,
y es una sombra apenas sobre el muro
de la vida el que soy en el momento.

        Un puñado de polvo la añoranza
deja en mi corazón, y el ansia deja
desierta, tras su fuga, la esperanza.

        ¿Qué va a quedarle a esta cansada y vieja
hambre de más vivir, que en vano lanza
hacia el mañana y el ayer su queja?

                                                  París, 10 Junio 1942

jueves, 10 de noviembre de 2011

AL POETA ANTONIO MACHADO

releyendo sus poesías


III

           Cuando la soledad su cerco aprieta
y hace crujir el mísero baluarte
de la esperanza, pienso en ti, poeta:
tal vez la tuya fue la mejor parte

           en la común desgracia. Si la muerte
te cortó el paso al pie de la frontera,
¡cuánto más no te ahorró de negra suerte,
de sonrojos, de hieles, de cansera!

           ¡Mejor seca raíz en extranjera
tierra, que no vivir desarraigado,
de un hambre de imposible primavera

           roídas la entrañas!... ¡Mejor muerto
que no vivir sin patria, de prestado,
soñando con el agua en el desierto!

                                                  París, 1 Mayo 1942

miércoles, 9 de noviembre de 2011

OTRA VEZ...

A mi Salomé, en el VIII aniversario de su muerte.

        Otra vez, en París, tu aniversario,
Salomé mía, y otra vez la historia
de mi hora más amarga, en la memoria
pasa en cuentas de acíbar su rosario.

        ¡La hora en que te perdí, las largas horas
que han seguido después, entreveradas
de añoranza y de olvido, y las veladas
en que en el fondo de mi insomnio lloras!

        ¡El tejido cambiante de mi suerte,
de angustia y soledades empapado,
y el seco azahar de nuestra primavera!

        ...¿Por qué, al cruzar las puertas de la muerte,
en manos de la vida me has dejado,
perdido más acá de la frontera?

                                          París,11-12 Julio 1941

martes, 8 de noviembre de 2011

A MI HIJO MIGUEL,

contemplando retratos suyos de estos últimos años.


           Cuanto más creces, hijo, más separa
-no sé si rencoroso o justiciero-
el azar nuestras vidas, y más quiero
adivinar los rasgos de tu cara,

            confrontar con sus trazos el ensueño
que bajo un velo de pudor granaba
al tiempo que en mis brazos te cunaba,
futuro mío, entonces tan pequeño.

            Alzarte poco a poco te veía
sobre mis horas, flor de mi alegría,
gracia de sol y de sonrisa abierta.

            Hoy...
                       ¿sueñas tú conmigo cual yo, lejos,
sueño, tus graves ojos por espejos,
los dulces ojos de tu madre muerta?

                                                París, 12 Enero 1941

lunes, 7 de noviembre de 2011

A DON MIGUEL DE UNAMUNO, EN SUEÑOS

II

        Cual por tu carretera de Zamora
o en los verdes maizales de tu Hendaya,
a la espalda las manos, por la playa
de mis sueños paseas, a la aurora,

        sin ver morir las olas que a tu encuentro
de mi añoranza la resaca envía,
¡oh sombra a un tiempo flameante y fría
como un fanasma con una luz dentro!

        Pasar te veo igual que cuando, vivo,
por caminos de tierra acompasaba
tu paso el ritmo de la marcha mía.

        Un pliegue cava, eterno, el ceño altivo,
desengañadamente... Que aún no acaba
más allá de la muerte tu agonía.

                                                       París, 2 Enero 1941

domingo, 6 de noviembre de 2011

A MI HERMANO PEDRO

II

        Mientras el viento da en la chimenea
de mi aposento de emigrado hispano
su largo grito, estoy soñando, hermano,
con el mar que las playas cañonea

        de tu tierra asturiana, con la aldea
y la casona sobre el altozano,
entre el Sueve y el mar, con tu hortelano
clavel del aire que el ocaso airea.

        Y contigo y tu vida, y cuanto brota
en ella, en torno de ella, cada día,
y la honda hiel de la esperanza rota,

        y el sueño mozo, gris de desaliento
cuando, entre brumas de melancolía,
del destierro mi voz te lleva el viento.

                                                       París, 2 Enero 1941

sábado, 5 de noviembre de 2011

AL POETA ANTONIO MACHADO, EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU MUERTE

II

        Tan cerca estás, que casi me da miedo
alzar la voz para decir tu nombre
o tender hacia el blanco muro el dedo,
flecha apuntada a tu presencia de hombre.

        Cierro los ojos, y tu hablar despierta,
no en mi recuerdo, sino en mis oídos,
mientras la concha de mi mano abierta
recoge de tu pulsos los latidos.

        Todavía no es tiempo de llorarte,
de darte por trofeo de la muerte,
entre el reloj de arena y la guadaña.

        Aún de mi propia vida formas parte,
¡oh velador de nuestra común suerte,
corazón vivo de mi viva España!

                                           París, 22 Febrero 1940

viernes, 4 de noviembre de 2011

AL POETA ANTONIO MACHADO,

(Sonetos leídos en la velada íntima consagrada en París
a la memoria del poeta, en casa del Profesor M. Marcel Bataillon, el 22-II-1940)

I
        Callada, gravemente, como todas
las horas de tu vida te han hallado,
fiel cumplidor a la hora de las bodas
a que el destino cita al hombre honrado,

        la dulce sombra de tu pensamiento,
honrado huésped de esta honrada gente,
entre nosotros el mejor asiento
venga hoy a ocupar calladamente.

        No temas ni coronas ni bostezo
de oratoria oficial. Entra. Aquí estamos,
amigos, hijos. Nuestros labios fieles

        dicen, hondo, tu nombre como un  rezo.
Nuestras manos te ofrecen estos ramos
de violetas, minosas y claveles.
                                                       París, 21 Febrero 1940

jueves, 3 de noviembre de 2011

A DON MIGUEL DE UNAMUNO

muerto en Salamanca el 31-XII-1936 y enterrado
en el Camposanto salmantino, en la misma sepultura
que su hija –mi mujer- Salomé, muerta igualmente
en Salamanca el 12-VII-1933.

I
Tierra de nuestra Salamanca guarda
tu destierro final, Don Miguel mío,
allí donde se vuelve, sobre el río,
verde campo mollar la tierra parda.

        Allí el silencio sus vellones carda,
esclavo al ruedo de ciprés sombrío,
y húmeda, en la alta noche, de rocío,
gira la media luna su alabarda.

        Mi corazón allí quedó enterrado
una tarde de julio... ¡Todavía,
en la redoma de su luz dorada,

        sigo el noble mirar con que, a mi lado,
buscas en el panal de piedra fría,
serenamente, tu postrer morada!


París, 10 Agosto 1939

miércoles, 2 de noviembre de 2011

A MI HERMANO PEDRO I

        ¡Qué entrecortado miedo de perderte,
oh rara palma de amistad ganada
en la esperanza desesperanzada
que cree en todo menos en la muerte!

        El viento malo ¿habrá de ser tan fuerte
que desuna y confine en apartada
soledad doble lo que fue arrancada
de un ardor mismo hacia una misma suerte?

        ¡Quién quebrar puede el bronce del destino,
ni mudar en sus tablas el crucero
que a nuestro navegar tiene trazado!

        Mas ¿hemos de apurar así el camino
llevando en él por todo compañero
esta ausencia que gime a nuestro lado?

                                             Barcelona, 29 Junio 1938

martes, 1 de noviembre de 2011

HUERTO DEL RECORDAR

   Empieza aquí la sección "Despedidas y ausencias"  con sus diecinueve sonetos, presentados por la siguiente cita de Guillaume Apollinaire:

J’ai cueilli ce brin de bruyère
L’automne est morte souviens-t’en
Nous ne nous verons plus sur terre
Odeur du temps brin de bruyère
Et souviens-toi que je t’attends...



     Testigo –medio vivo, medio muerto-
del adiós sin más ver, de la añoranza
que aún alumbra su cirio a la esperanza
reparadora, este sombrío huerto

        del recuerdo, respalda cada paso
de mi vagar desalentado, y tiende
frescor a punto o, bienhechor, enciende
melancólica estrella en el ocaso.

        Cuanto dio ayer a mi vivir sentido
hasta gastarse y desaparecer,
cuanto hoy seguro cebo es del mañana,

        guarda su árbol aquí, tiene su nido:
sombra viril o nombre de mujer,
filial ausencia, ausente voz hermana.

                                             París, 20 Agosto 1941