sábado, 31 de marzo de 2012

UN cuchillo, la piragua...

29

           UN cuchillo, la piragua
que impulsa, firme, tu brazo
y corta de un navajazo
los verdes haces del agua

           traslúcida bajo el puente
que de su bóveda envía,
sonora, una sombra fría
contra tu espalda caliente.

           Y luego, otra vez el cielo,
quieto río paralelo
al río en cuyas riberas

           te saludan, cuando pasas,
con un temblor de banderas,
las ventanas de las casas.

viernes, 30 de marzo de 2012

¡GALLOS de la madrugada...

28

           ¡GALLOS de la madrugada,
cuando el día va a romper
y es cada sombra un querer
ser en forma dibujada!

           Ronqueras casi marciales:
de patio en patio, de casa
en casa, a cuchillo pasa
su clamor los arrabales,

           dejando tras cada puerta
un sueño en confusa alerta,
vencido ya de antemano

           al sol que brinca, pirata,
del celeste mar de plata
al adoquinado urbano.

jueves, 29 de marzo de 2012

GRISES palomas urbanas...

27

           GRISES palomas urbanas
barren el húmedo asfalto
con el ala, y en lo alto
gira un vuelo de campanas.

           Jardín de césped y arena.
Juegos infantiles. Bancos
-compartimentos estancos
que amor por parejas llena.

           Oceánico retiro
en la gran ciudad. Respiro
para avideces cansadas,

           cuando inventa cada fuente,
en los atrios del poniente,
la danza de las espadas.

miércoles, 28 de marzo de 2012

CUANDO en pintado papel...

26

           CUANDO en pintado papel
se sueña el mundo floresta,
la noche, en sordina, orquesta
los murmullos del hotel.

           Tic-tac de despertador.
Batir de puertas. Cascada
lustral, íntima y domada.
Y el bordón del ascensor,

           su grave “memento” crónico,
el trémolo telefónico
en el “comptoir”, y la risa

           con que, a guisa de “¿quién vive?”,
Venus de paso, en camisa
a un fantasma en flor recibe.

martes, 27 de marzo de 2012

CABEZA con cabeza...

25

           CABEZA con cabeza
en la almohada, al ocaso,
bebo, en el mismo vaso
junta, nuestra tristeza.

           Reposar sin descanso
de la común cansera.
Muere, a la cabecera,
un abandono manso,

           y una demoledora
renuncia a todo, aflora
del paso de la hora,

           del humo del tabaco.
Contra el cristal opaco,
fuera, la tarde llora.

lunes, 26 de marzo de 2012

¡HOTEL de la emigración...

24

           ¡HOTEL de la emigración,
entre artistas, estudiantes,
chinches y citas galantes!
Le nacía un corazón

           casi de hogar -¡ay, los casis!-
al cuarto alquilado. Dentro,
el refugiado, en el centro
de un melancólico oasis.

           Tenso en la comba del día,
el recuerdo se transía
de esperanzada oración,

           y en la pantalla del techo
¡qué film del ansia al acecho,
hotel de la emigración!

domingo, 25 de marzo de 2012

¡QUÉ maravilla, el final...

23

           ¡QUÉ maravilla, el final
de la calle, donde el cielo,
bajando en telón su velo,
desafía a la postal

           y pone el azul preciso,
con un trasfondo de miel
que da equivalencia en él
a “ciudad” y “paraíso”!

           La vida de cada día
se redime aquí en mirada,
instantánea de alegría

           por lo que el trivial rincón,
se vuelve, al pasar, dorada
custodia de procesión.

sábado, 24 de marzo de 2012

¡QUÉ aljibe de claridad...

22

           ¡QUÉ aljibe de claridad
la plazuela del convento!
Se le duerme encima el viento
y en derredor la ciudad,

           ciñéndola como tapia
entre cuya tosca piedra
cuarteando va la hiedra
memoriales de prosapia

           en tanto, por el bardal,
descuelga en hebras morosas
la atardecida de miel

           hasta el desmayo carnal
con que se aplasta en las losas,
pisado y sucio, un clavel.

viernes, 23 de marzo de 2012

RISA de esa boca sana...

21

           RISA de esa boca sana,
y ese agua clara que corre,
y el sol que arenga en la torre
lienzos de oro a la mañana,

           y la neblina temprana
sobre el río, y, en el río,
retumbando, el vocerío
de la ciudad cotidiana,

           y las calles, sus paredes
grises, negras, su cambiante
silencio y voz… -Corazón,

           todo esto, que hinche tus redes
de pajarero ambulante,
se hace en el aire canción.

jueves, 22 de marzo de 2012

LA noche abre en la ventana...

20

           LA noche abre en la ventana
su biombo azul, y la luna
clarea, detrás, como una
lámpara de porcelana

           en cuyo lechoso ruedo
giran atlas infinitos
arados de caminitos
como trazados  a dedo

           para los ojos del que,
perezosamente, a pie,
sin rumbo en la noche marcha

           arrastrando su galgueña
sombra por campos de peña,
fríos de estelar escarcha.

miércoles, 21 de marzo de 2012

OCIO. Anchura de paseo...

19

           OCIO. Anchura de paseo,
claridad de altas terrazas.
Sobre jardines y plazas
vuela, avizor, el deseo

           que hace del día plantel
en que una sabia estrategia
gradúa la escala regia
que va del cedro al clavel,

           y cada momento es arco
desde el que apunta la flecha,
sin prisa, hacia el cielo zarco

           que el ojo acota y estrecha
para ponerlo de marco
al cuadro de su cosecha.

martes, 20 de marzo de 2012

PÁJARO en mano...

18

           PÁJARO en mano. Paisaje
en el cazamariposas
de la mirada. Unas rosas
que aroman un corto viaje.

           Y tu calle, y sus negrillos.
Y aquel porrón catalán.
Y, a la entrada de un zaguán,
la encajera y sus bolillos.

           Y aquel pregón. Y esa risa…
¡Qué retiñir de onzas de oro
en la memoria! Rescates

           del torpe pasar aprisa,
vida, ciegos al tesoro
que arde en tus escaparates.

lunes, 19 de marzo de 2012

ÁLAMOS de orilla al río...

17


           ÁLAMOS de orilla al río,
temblores en esqueleto,
guardas de un doble secreto:
el del paisaje, y el mío.

           ¡Volverlos a ver, volver
a gozar de la desnuda
pureza en que nada muda,
en que es “siempre” igual a “ayer”!...

           Lunaria navegación
-de timonel, mi desvelo,
sobre una ingrávida quilla.

           En ella ¡con qué pasión
remontando voy el cielo
por un río de Castilla!

domingo, 18 de marzo de 2012

PAZ verde y tibia, acotada..

16

           PAZ verde y tibia, acotada
entre dos precisas fechas
que apuntan sus negras flechas
a la salida, a la entrada.

           La nuca hundida en la almohada
o la frente entre las manos,
sobre los montes lejanos
ver llover, y no hacer nada.

           El cielo, bajo y gris, pesa
contra el pueblo y su otoñal
olor, rural casi. En medio

           del atardecer, se espesa,
como en un turbio cristal,
el claro aceite del tedio.

sábado, 17 de marzo de 2012

¡TARDE, cobarde cansera...

15

           ¡TARDE, cobarde cansera
que me empereza, insidiosa,
cuando sube la luz rosa
por la cárdena ladera,

           para abrazar en su hoguera
los canchales de las cumbres
y hacer señuelo de lumbres
la dura nieve cimera;

           hasta que en lo alto agoniza,
del cielo en la mar abierta,
la piñata de sus brillos!

           ¡Luna y montes de ceniza!
Y otoño, que está a la puerta,
llamando con los nudillos.

viernes, 16 de marzo de 2012

BULEVAR arrabalero...

14

           BULEVAR arrabalero,
con sus luces de escollera.
En toldo, de alero a alero,
la niebla se transverbera,

           prolonga un artificial
ocaso de vaharada,
rojizo, abierto, otoñal,
más allá del cual no hay nada

           sino el vago y ancho cielo
que arrolla de pronto un sordo
zumbar, sobre la dormida

           barriada –el ala de hielo
del avión, trueno gordo
en la paz de la avenida.

jueves, 15 de marzo de 2012

CANTARÉ, cuando el tren corra...

13

           CANTARÉ, cuando el tren corra,
potro mecánico, por
el campo, cuyo verdor
la urbana obsesión me borra.

           De codo en la ventanilla,
cara y frente y la encontrada
canción a la bofetada
del aire, a la maravilla

           de la mañana, tan ancha,
tan alta y honda, que en ella,
como a un corzo sorprendido,

           cace, jugando en su concha
a dar rebote a una estrella,
el niño que antaño he sido.

miércoles, 14 de marzo de 2012

¡TANTO bregar, apurando...

12

           ¡TANTO bregar, apurando
este mismo torcedor!
Tú sueñas conmigo, amor,
y yo contigo -¿hasta cuándo?

           Con la soledad se ahonda
el pozo en que arrastra y suena
la amargura su cadena,
de mi paso a la redonda.

           El tiempo roe la entraña
nocturna y su tiritaña
trémula, con sordos dientes.

           Madrugada. Canta el gallo.
Lejos, galopa su caballo
hacia los campos nacientes.

martes, 13 de marzo de 2012

LA luna, como rejón...

11

           LA luna, como rejón
en morrillo de bisonte,
clava en el testuz del monte
su afilado cuarterón.

           Al quite, la noche, en lo alto
se abre de capote, y vela,
y enciende su lentejuela
un lucero en el cobalto.

           El viento azota y desgreña
árbol y hierba en la peña,
sacude las campanillas

           del cielo… En la lontananza
reluce el Carro, que avanza
al trote de las mulillas.

lunes, 12 de marzo de 2012

LAS 4 de la mañana...

10

           LAS 4 de la mañana,
el viento suelto en los pinos
y el lucero en tu ventana…
¿Qué haces tú por los caminos?

           Danza el alba en su preámbulo
de estelares remolinos,
y en los limbos submarinos
un pie desnudo y sonámbulo.

           La ajorca, en el calcañar,
su maga sierpe moruna
de un glacial latido irisa,

           mientras deja resbalar,
por su hombro abajo, la luna
la hombrera de su camisa.

domingo, 11 de marzo de 2012

¡EL auto en la carretera...

9

           ¡EL auto en la carretera,
con la amistad al volante,
el paisaje por delante,
y al lado mi compañera!

           ¡Qué chopillo en su ribera,
o qué encendida ventana,
de noche, en la paramera,
pueden espantar la gana

           de morir como este olvido
de todo lo que es fingido,
con que, en ágil diapasón,

           su hilo irisado devana,
la profunda voz humana
que sube del corazón?

sábado, 10 de marzo de 2012

AL son del yunque en la fragua...

8

           AL son del yunque en la fragua,
vaha el olmo inmemorial
una sombra de nogal,
clara como un vaso de agua,

           delgada, gustosa y fría
que hacia bordes de cristal
eleva el hondo caudal
de la hermosura del día

           y apura lo elemental,
dibujando en filigrana
la eternidad del instante

           en la arrancada triunfal
que al toro de la mañana
dispara  campo adelante.

viernes, 9 de marzo de 2012

ÉSTA es la otra puerta...

7

           ÉSTA es la otra puerta,
la que queda abierta
a una castellana
claridad, desierta,

           sonora y alerta
en la hora temprana,
con torre y campana
y palmos de huerta,

           contra el cielo rosa
la sombra rocosa
de la catedral,

           y en el corazón
un hilo temblón
de arpas de cristal.

jueves, 8 de marzo de 2012

LA ventana… Una ventana...

6

           LA ventana… Una ventana
para orear y asomar
el corazón a la mar
perennemente lejana

           y ver pasar, por el zarco
fondo de la atardecida,
la estela de nuestra vida,
múltiple con tanto barco,

           con tanto salto del viento
y con tanta isla desierta,
con tanto rumbo no escrito.

           ¡Ventana! Y el pensamiento
como una pupila abierta
de asombro ante el infinito.

miércoles, 7 de marzo de 2012

HAZ callar al aristón...

5

           HAZ callar al aristón
mientras las islas de cobre
cabecean, graves, sobre
su línea de flotación,

           hasta que la sombra borre
toda luz, y se la lleve
-salvo el parpadeo breve
del faro, estrella en su torre.

           ¡La noche, después, aquí,
en el balcón, junto a ti!
¡Y, en su regazo, acechar

           el pausado resplandor
que acunan en el foscor,
lejos, los barcos del mar!

martes, 6 de marzo de 2012

PARA aprender a cantar...

4

           PARA aprender a cantar,
¡qué escolanía la playa,
con las olas que en su raya
le inventan claves al mar!

           ¡Y qué maestro de coro
el viento, concertador
de cuanto en el esplendor
de la mañana es sonoro!

           ¡La playa y su mago el viento
que amplía en voz el aliento
humano, y en clamor luego,

           bajo el palio de alegría
perfecta que el mediodía
trenza de azul y de fuego!

lunes, 5 de marzo de 2012

EL ansia de mar...

3

           EL ansia de mar,
¡de sal y de sol
que ningún alcohol
consigue acallar!

           La jaula de ardilla
en que vivo preso
gira y cruje el peso
de mi pesadilla.

           Una vuelta más…
¡Floreros de gas,
farola y farola,

           que ordena en escena
la ronca sirena
de astral caracola!

domingo, 4 de marzo de 2012

ESCAPARATE, vitrina...

2

           ESCAPARATE, vitrina
en que mece el hipocampo
reminiscencias de un campo
gris de flora submarina,

           mientras de desdobla y sueña,
disparado y rebotante,
un becerro por delante,
sobre tierra marismeña,

           de plata la atardecida,
fresca la hierba crecida,
sonoro el ancho potrero,

           contra el sudoroso ijar
el estribo del vaquero…
¡Galopar de espalda al mar!

sábado, 3 de marzo de 2012

EN el frío atardecer...

Antes de las treguas, el poeta recorre en veintinueve poemas como veintinueve pasos de danza,  el "Mar, camino y ciudad" que presentan este capítulo.

1

           EN  el frío atardecer
veré encenderse y temblar
sobre la raya del mar
tu mirada de mujer,

           tan misteriosa y tan clara
que todo cobra, por ella,
sentido y ternura –estrella,
azucena y piedra rara

y humilde pero esencial
sabor que da a cada día,
con el pan y con la sal,

           el grano de fantasía
sin el cual ¿qué hombre podría
vivir su vida mortal?

viernes, 2 de marzo de 2012

YO podré quedarme ciego…

7

           YO podré quedarme ciego…
Tú seguirás, Primavera,
trenzando tu cabellera
de verde y sol, en un juego

           de agua fresca y denso olor,
lanzando el viento, de anzuelo,
en el mar a contrapelo
de las praderas en flor.

           ¡Gozosa risa, puntual
vivificadora! Yo
no veré arder tu cristal

           en el rosal del reló.
¡Ay, dura ley! Pero no:
¡sagrada ley natural!

jueves, 1 de marzo de 2012

SOBRE el campo y la pizarra...

6

           SOBRE el campo y la pizarra
de los techos, fantasmal
punteado de guitarra
contra el velado cristal

           del balcón, como el estuche
a la perla en su peluche,
la lluvia menuda y fría
arropa de gris el día

           y hace temblar en la aceña
del recuerdo, con el blando
martilleo de su hechizo,

           murrias de niñez que sueña,
al verla llegar, silbando
debajo de un cobertizo.