6
LA ventana… Una ventana
para orear y asomar
el corazón a la mar
perennemente lejana
y ver pasar, por el zarco
fondo de la atardecida,
la estela de nuestra vida,
múltiple con tanto barco,
con tanto salto del viento
y con tanta isla desierta,
con tanto rumbo no escrito.
¡Ventana! Y el pensamiento
como una pupila abierta
de asombro ante el infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario