miércoles, 16 de noviembre de 2011

A MI HERMANO PEDRO

                                  IV
     Cuando te nombro, ¿a quién mi labio nombra?
Cuando en ti pienso ¡qué fantsasma o qué hombre
hago salir a tientas de la sombra,
poniéndole la máscara de un nombre?

        ¿No se ha esfumado, sigue en ti despierto
aquél que fuiste en nuestra ya lejana
mocedad, que a las puertas de su huerto
partió conmigo el vuelo y la manzana?

        Miro tan lejos ya nuestro camino,
nuestro andar cada cual por su desierto
silbar del viento lo que ayer fue trino

        de una alada esperanza compartida,
que me pregunto si no soy yo el muerto,
desterrado, borrado de tu vida!

                                            París, 12 Noviembre 1944

No hay comentarios:

Publicar un comentario