martes, 15 de noviembre de 2011

A MI HERMANO PEDRO

III

        ¡Dialogador! -¡Presente!- ¿Dónde estamos
del dialogar? - ¡Oh, cada vez más lejos!
De espaldas uno al otro, divagamos,
y el dialogar nos va tornando viejos,

        más que la vida, que tu dura vida,
que mi vida casera y de trabajo...
-¿Pero el recuerdo?... -¡Hasta el recuerdo olvida
dónde está nuestra puerta!- ¡Habla más bajo,

        que hay en mis soledades, no sé dónde,
una vieja ternura que se aferra
a dar flor, de mi brega en el secano,

        y con un largo sollozar responde
cuando los ojos vuelvo a nuestra tierra
y en ella el corazón te busca en vano!

                                            París, 12 Diciembre 1943

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