domingo, 27 de noviembre de 2011

A LA ALDEA DE GALICIA EN QUE NACIÓ MI PADRE

        ¡Santa María de Vilar, Crecente,
paterna cepa! Tu presencia sube
de honduras de niñez hasta la nube
en que duermo y no vivo mi presente.

        ¡Bruma de sol y miel, campos y fuente
en que vuelto temblor el cielo tuve
bajo mis labios, prados por que anduve
jugando, tierno sátiro inocente!

        ¡El viejo hogar, su techo de cañizos,
la renegrida lar, el parvo huerto,
testigos de tu infancia y de la mía,

        padre! ¿Entre ajenos muros prestadizos,
qué ancho y florido ventanal abierto,
de pronto, a la esperanza y la alegría!

                                                       París, 23 Enero 1940

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