¡Última desnudez del mundo, en esta
desnuda forma viva que, apretada
contra mi cuerpo, da a la madrugada
su gracia inaugural de arco de fiesta!
De labio a oído, en un susurro, orquesta
la voz profunda en cada cosa anclada,
dócil a cuyo trémolo, en la almohada,
el tiempo afloja el arco a su ballesta.
El tiempo, el pulso, el alma, el pensamiento...
Amor, ¿es tu llegada esta inminencia
que avanza sobre el ara del momento
su majestuosidad de ala tendida,
paralela al hervor de la presencia
contra mi pecho como un mar batida?
Barcelona, 14 Noviembre 1938
No hay comentarios:
Publicar un comentario