Cuando mi soledad presente veo
y en el libro de historias del pasado
buscar alivio quiero a mi cuidado,
me va borrando el llanto lo que leo.
Tanto me borra, que aun de aquel que creo
estar siendo me deja despojado,
a solas con el sueño exasperado
que empuja por mis venas su jadeo.
¡El soñador y el sueño cara a cara,
soñándose, mejiendo torvamente
la verde hiel de su rencor de hermanos!...
¡Oh domesticadora, tu voz clara!
¡Oh mascarilla de tu faz ausente,
frío yeso de luna entre mis manos!
Barcelona, 6 Octubre 1938
Excelente monólogo,
ResponderEliminarcreo que yo estoy algo lunática también pues le entiendo bastante, lástima no saber reflejar esos sentimientos como lo hace este gran escritor.
Gracias por traer estos pedacitos
de Quiroga, desconocido hasta hace poco para mi.
Saludos de media semana