lunes, 16 de enero de 2012

ROSA – LA ROSA

           ¡Cuajada realidad, no sombra vana
que en los espejos del soñar anida,
en términos de espacio definida
como la nube o como la manzana,

           nada –si no es la rosa de mañana
cuando abra su botón, de amanecida-
más hermoso que tú, rosa nacida
con la primera luz en mi ventana!

           Pues cuanto goce equilibrado encierra
el necesario juego repetido
del vivir, en tu gracia se resume,

           como el cielo y el mar, como la tierra
perdida y recobrada en el olvido,
recobrada y perdida en tu perfume.

                                               París, 25 Abril 1940

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