martes, 6 de diciembre de 2011

VIDA AL FIADO

        Todo lo que viví de niño, y luego
fermentó en mocedad, y en mi madura
edad halló su estrella y su ventura,
de la hora universal arde en el fuego.

        ¡Oh! ¡bien  sé yo cómo el destino es ciego,
y que en su inconsecuencia está segura,
allende el hoy difícil, ancha artura
de paz y de trabajo y de sosiego!

        Pero hasta entonces ¿dónde hallar la fuerte
raíz, el fresco grano del olvido
y el techo que resguarda de la muerte,

        mientras como una mano el mirar tiendo
en torno, y al presente hirsuto pido
resignación para seguir viviendo?


                                                       París, 11 Enero 1941

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