miércoles, 28 de diciembre de 2011

“JE DIS A MON CŒUR, A MON FAIBLE CŒUR...”

           ¡Te me vas resecando, viejo olivo
del corazón! La savia llega apenas
a tu raíz por las gastadas venas
en que no late ya el recuerdo vivo.

           De tu corteza en lo rugoso inscribo
día por día el curso de mis penas
que sube hacia tus ramas, ayer llenas
de alegre voz y risas sin motivo,

           de “¡porque sí!” y “¡no importa!” y de “¡mañana!”...,
de nidos de esperanza y fruto henchido
de zumo denso, de sabor cuajado...

           vana alegría y esperanza vana,
leña muerta, de hielos y de olvido
roída -¡y yo en su negra cruz clavado!

                                                           París, 5 Diciembre 1943

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