¡Galopad, nubes, y cubrid el cielo,
matando azul estrella y solar brasa!
¡Avanza, viento y rueda, y brinca, y pasa,
huella y chafa los pastos contra el suelo!
En un doble desierto paralelo,
la misma vida un mismo soplo arrasa:
igual rasero allana torre y casa,
y siega lirio y luna el mismo hielo.
Mas cuando el alba con su mano roja
en el libro del tiempo la ancha hoja
del día muerto vuelva dulcemente,
veréis temblar la estrella renacida,
ojos dichosos, y veréis la vida,
frágil tallo, surgir en el naciente.
París, 28 Agosto 1940
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