13
CADA amanecer
me pongo a esperar
y a recomenzar
al atardecer.
En vilo me tienes.
No sé dónde estás,
ni por dónde vas
o por dónde vienes.
Asido al timón
de cada estación
velo sin descanso.
Sólo en primavera
se aclara mi espera
en paz de remanso.
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