sábado, 6 de agosto de 2011

Morir al día, redivivo.

Para poder recuperar el tono vital de mi fluir poético, voy a refrescar los poemas que sí llegué a publicar, aunque en las condiciones precarias de un exilio real, de arrancar las raíces y vivir en un imposible transplante o "transtierro" (como alguno ha llamado a esa infamia del destierro cuando no te dejan vivir en tu tierra y procuras sobrevivir en una maceta, con otro sol, con otro aire...). Empezaré con Morir al día de 1946, aunque sus textos nos han de llevar, también, a la frontera de mi vida: ese abismo que se empieza a abrir el 18 de julio de 1936. Abismo, que no bisagra de mi historia. El orden de los poemas es el mismo que el del libro, aunque ahora, lejos ya de las urgencias, cambiaría bastantes cosas, entre ellas la ubicación de algunas composiciones. El libro, editado por Eduardo Ragasol, apareció en enero de 1946 y fue el número 1 de la colección Cervantes. Llevaba un prólogo de José María Semprún y Gurrea y no respondía ni material ni propagandísticamente a lo que yo quise esperar: una edición de 2000 ejemplares (más 500 de "lujo"), impreso como un mazacote, nada anunciado y sacado al comercio casi clandestinamente. Poco hablaron de él: Jean Cassou, Corpus Barga... La cronología de sus sonetos, en los que agoto todas las posibilidades formales de este poema estrófico, nos llevan desde el 21 de abril de 1938 al 9 de septiembre de 1945, en diferentes bloques temáticos que reubican los poemas. Aquí van las citas que abren el libro y el primer poema del apartado "Amores- ¡ay mis amores!"



Morir al día
Sonetos
1938-1945


Nous mourons enfin, et de peu de chose
apparemment, parce que tant de choses nous ont
par avance tués.


Natalie CLIFFORD BARNEY.
Nouvelles Pensées de l’Amazone.




AMORES - ¡AY MIS AMORES!


Mis amores, zagalas,
Y mis contentos,
unos fueron de aire
y otros son de fuego.


                                   Seguidilla del siglo XVI


Et moi, je compte mes amours qui ne sont qu’un.

Alexandre ARNOUX



Dieu créa l’homme, et ne le trouvant pas assez
seul, il lui donna una compagne pors lui
faire mieux sentir sa solitude.

Paul VALERY.- Moralités




ABRIL A CONTRALUZ


        El tierno, sol de abril, convaleciente,
mecido en cresta de vaivén urbano...
la sombra de tu voz, como una mano,
el corazón me oprime de repente.

        ¡Arcos del ayer, ciegos, a un naciente
irreparable abiertos! ¡En su vano,
con tu secreto nombre, oh rostro humano
volando, lento, contra corriente!

        ¡Ay, vuelo a redrotiempo, vida arriba,
que enciende en el recuerdo en carne viva
un desvelo de tálamo vacío!

        Y, en esta desangrada primavera,
¡ay, despierto soñar, chopo en ribera,
tembloroso de música y de frío!

                       Barcelona, en las Ramblas, 21 Abril 1938.

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